Hábitos saludables para combatir la obesidad: ponlos en práctica hoy

A día de hoy, la obesidad es una de las enfermedades crónicas que más preocupan a nivel mundial. Cada año mueren alrededor de 2,8 millones de personas a causa de esta problemática. Además, en los últimos años se ha descubierto que 41 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso o son obesos. El principal factor por el que está emergiendo esta epidemia es debido a la nula implantación de hábitos saludables en la vida de los más pequeños.

Los expertos coinciden en que los efectos más graves en los que deriva la obesidad son a largo plazo. Hablamos de patologías como la diabetes, la hipertensión, complicaciones cardiovasculares e incluso algún tipo de cáncer.

¿Qué es la obesidad según la Organización mundial de la salud?

  • OMS: “La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos.”

Principales causas y síntomas de la obesidad

Existen distintos aspectos involucrados en la aparición de esta enfermedad. No solo es un problema de falta de ejercicio o de una mala alimentación, también hay otras causas como el factor genético o socioeconómico. El acceso a alimentos frescos y de calidad no es el mismo en todos los países. En algunos lugares del mundo, es mucho más económico consumir alimentos prefabricados cargados de azucares refinados que frutas y verduras. La psicología es otro factor que también juega un papel importante en el surgimiento de la obesidad. Normalmente, la ansiedad, el estrés o la baja autoestima suele calmarse con una alta ingesta de productos hipocalóricos.

Anteriormente, hemos explicado las enfermedades en las que puede derivar la obesidad al cabo de los años, pero los síntomas a corto plazo no son nada agradables. De hecho, dificultan e incluso imposibilitan el desarrollo de una vida convencional.

– Acumulación de grasa sobre todo en la zona del abdomen y en la pared torácica, trastorno que puede ejercer una tensión en los pulmones y dificultar la respiración.

– Insomnio debido a los problemas respiratorios. Las personas que padecen obesidad no pueden adoptar según qué posturas a la hora de dormir. Tanto si se colocan boca arriba como boca abajo, la presión no les permite respirar adecuadamente.

– Sudores constantes al carecer de una superficie corporal escasa en relación al peso. Esto conlleva una complicación extra para eliminar el calor que genera el cuerpo. Por esta razón, las personas con sobrepeso u obesidad sudan más que las personas delgadas.

– Dolores musculares permanentes al tener que sostener tanto peso. Especialmente, en zonas estabilizadoras como las lumbares, rodillas, caderas y tobillos. Con el tiempo puede desencadenar en artrosis.

Hábitos de vida saludables

Evitar bebidas azucaradas y comidas ricas en grasa saturadas: este tipo de productos contienen una cantidad muy elevada de calorías que propician el aumento de peso. Además, son alimentos con un nulo valor nutritivo, con lo cual, ralentiza el metabolismo. Por eso es tan importante llevar una dieta equilibrada.

Hacer ejercicio de forma regular: quedarse en casa tumbado en el sofá día tras día no es una opción muy saludable. Es necesario ejercitarse al menos una media hora al día para que el sistema muscular no se atrofie y se produzca una quema de calorías controlada. Hacer ejercicio es una de las mejores medicinas contra la obesidad.

Control sobre uno mismo: es importante ser consciente de la gravedad que ocasiona esta enfermedad crónica. Estudios corroboran que las personas obesas viven menos años, pero no solo viven menos, sino que la calidad de vida es horrible. Así que es importante tomar conciencia y ponerse en manos de expertos para solventar esta problemática.

Dormir las horas suficientes: un buen descanso es imprescindible para llenar el organismo de energía y ser capaz de afrontar las tareas diarias con determinación. Asimismo, una persona que duerme bien, tiene la mente mucho más despierta y menos riesgo de sufrir ansiedad, una de las causas de esta enfermedad.

En resumen, la obesidad se puede erradicar, pero para ello hay que educar a los más pequeños con hábitos de vida saludables. Ellos son los que pueden cambiar la tendencia, ellos serán el espejo en los que se mirarán las futuras generaciones.

¡Fuerza, constancia y salud!

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